Archivos Temporales

domingo, marzo 19, 2006

Siempre he considerado que el año debería terminar en febrero. Prefiero los finales felices a los inicios optimistas. Y con ese enfoque, veo mi comienzo de año. Un año complicado, porque al igual como lo fue el 2001 (cuando entré a la U), este puede ser el de la transformación más importante hasta ahora: pasar de estudiante a cesante. Quizas solo lo supera el paso a ser "marido" o a ser "papá". Porque es super fuerte dejar de pagar $100 en la micro, de preocuparte de la prueba o el certamen de la semana siguiente o de faltar a clases si te da la regalada gana. Además, de mis 23 años, 19 los he pasado en salas de clases. Si consideramos que uno comienza a tener recuerdos nítidos desde los 5, siempre me he visto como estudiante. Es lo que me ha definido hasta ahora. Y se acaba el asunto.
No digo que el cambio vaya a ser negativo (si, quizas lo sea, pero nadie sabe) pero preocupa. Por ahora, no me queda más que disfrutar el tiempo que me queda de alumno. Porque más temprano que tarde, tendré que comprame traje y maletín.
Y empezar otra etapa.